Los libertadores de taburete, pudrición en el corazón del exilio cubano.
Aquí que cada cual saque sus propias conclusiones, haga su análisis con un pomito esterilizado y juzgue, con sus propias neuronas de pensar, para que lleguemos a entender, de una buena vez y por todas, que luchar por liberar a Cuba de ese maldito estigma, de esa pérfida revolución de las sombras largas y de ese criminal socialismo de alcantarillas, es una acción que parte de la vergüenza de cada ser cubano y tiene que estar desprovista, absolutamente carente, de egos altisonantes, de intereses personales, de ambiciones de poder caciqueras, de pandillerismos, de camancolas tercermundista, de oportunismos, de cobardía política y de la otra y de verdes que te quiero verde para uso personal.